Benabarre se vuelca y aclama el regreso del“Ball dels Salvatges”
Una abarrotada plaza Mayor acogió ayer la representación, cuatro años después
La plaza Mayor de un Benabarre, engalanada desde hace varios días con motivos salvajes,acogió, abarrotada por alrededor de un millar de personas, el esperado regreso tras cuatro años del “Ball dels Salvatges”, el drama ritualizado en forma de danzas y teatro que supone una metáfora del amor cortés, el instinto y la lujuria. Muchos jóvenes, garantes del futuro de la representación, formaron parte del centenar de participantes en esta singular puesta en escena de origen tardomedieval representada en Benabarre hasta el primer tercio del siglo XX, recuperada en 2007 y declarada Fiesta de InterésTurístico de Aragón en 2016.
Después de la introducción a cargo de los narradores, la representación dirigida por Mariano Lasheras fue ganando intensidad con la aparición en la plaza de las damas a quienes siguieron los caballeros. A continuación, aparecieron los cazadores -también tratando de obtener su amor- y, por último, los ‘salvatges’ que acabaron con la paz y armonía del momento y generaron el caos.
El público, al que se interpeló en momentos, disfrutó del punto álgido de la representación en el que, un año más, los salvajes se descolgaron con tirolinas desde las fachadas de la plaza y tomaron la Casa Consistorial, donde izaron su bandera salvaje.
El alcalde, Alfredo Sancho, acompañado por autoridades comarcales y provinciales, como Francisco Mateo, fue uno de los prisioneros de los ‘salvatges’.
Antes del acto final, donde las mujeres, verdaderas protagonistas de la danza, impusieron la mesura en la danza conjunta que cierra el espectáculo, tuvo lugar el tradicional juicio. En la vista, se condenó el proyecto de línea de alta tensión en la zona, que choca con la intrínseca defensa de la naturaleza de los ‘salvatges’ y también se trataron otros temas de actualidad, como la crisis sanitaria, que ha retrasado la representación.
El “Ball dels Salvatges”, una representación alegórica entorno al amor, única en Europa y que se representa en Benabarre con carácter bienal, los años pares, se originó entre los siglos al amor cotidiano, representado ayer por dos emocionados matrimonios de la localidad que cumplen este año sus bodas de oro.
Fuente: AltoAragón